Productividad personal exponencial
¿Sabías que si te lo propones puedes alcanzar tu productividad exponencial? Aquella que se relaciona con todos los ámbitos de tu vida. En el centro de esta idea se encuentra la productividad personal, muy importante si quieres mejorar.
Ya he hablado de la importancia y El poder de las acciones, también del cómo estas no solo impactan en tu vida, sino también en el legado que vas a dejar cuando ya no estés. Así, no debes trabajar solo para destacarte y ser más productivo, sino también para marcar a las personas y dejar algo positivo que trascienda tu vida.
Justamente por esto es que las acciones son tan importantes, porque definen tu legado. Nuestra forma de pensar influencia nuestras acciones y estas, a su vez, nuestra vida. Este artículo quiere ayudar a aquellas personas que quieren mejorar todas las áreas de su vida de manera íntegra y eficaz.
Aquí encontrarás consejos, definiciones y herramientas para mantener hábitos en tu nueva rutina. También discutiremos lo que nos distrae e impide nuestra productividad. Todo esto para que logres obtener productividad personal, la cual te permitirá tener una vida llena de productividad exponencial. Todo esto usando únicamente tus superpoderes.
Entonces, ¿Qué es la productividad personal?
La productividad como concepto general, aplicado inicialmente en ambientes de trabajo y, asimismo la productividad personal, tienen muchas definiciones. Te podríamos dar la definición de la Real Academia de la Lengua o recurrir al primer economista que la referencio, Adam Smith. Sin embargo, para no gastar tiempo y mantener el enfoque del artículo daremos un significado general.
La productividad personal se basa en la combinación de dos cosas muy simples: el tiempo y las acciones. Sin embargo, no debe confundirse con la gestión del tiempo. La productividad no se trata de hacer muchas cosas en poco tiempo, sino de hacer las correctas y aprovechar al máximo el día a día. Las herramientas que debes usar son: el enfoque, tus habilidades blandas y duras, así como los recursos materiales necesarios para que puedas lograr mejorar tu rendimiento al máximo.
¿Todos tenemos habilidades duras y blandas? ¿Cómo ayudan a nuestra productividad personal?
Las habilidades duras son nuestras capacidades relacionadas con nuestro conocimiento de tipo académico, ya sea la programación o el diseño e incluso la cocina. Mientras tanto, las habilidades blandas son aquellos conocimientos no académicos pero igualmente útiles como la asertividad, el hablar en público, entre otras.
Para responder a la primera pregunta: SÍ. Una persona que quiere usar todos sus SUPERPODERES y ser un LÍDER EXPONENCIAL necesita trabajar todos los días en desarrollar estos dos tipos de capacidades, nunca basta con solo trabajar en una. Esto te permitirá desempeñarte mejor en tus tareas y utilizar de manera adecuada tu tiempo. ¡SER PRODUCTIVO!
Muy probablemente has escuchado que las habilidades blandas durante muchos años no fueron consideradas valiosas, pues se creía que no aportaban lo suficiente para el desarrollo personal y profesional. Pero varios estudios de las últimas décadas han demostrado que son altamente significativas para que una persona alcance una vida integral y exitosa. Así que si no has trabajado lo suficiente en estas habilidades debes comenzar a hacerlo.
No caigas en la idea errónea de que estas solo se asocian a las personas sociables y carismáticas, también se refieren a aquellas que tienen buenos hábitos, que saben expresarse y logran organizarse para ser responsables. Recuerda que planificar te convierte en alguien que logra destacarse por su productividad personal.
Para mejorar tus habilidades duras puedes acudir a cursos, pregrados o maestrías. Sin embargo, es necesario que tengas en cuenta que es más eficiente la persona que tiene desarrolladas ambos tipos de habilidades y no solo una. Con esto puedes alcanzar no solo tu productividad personal sino también tus objetivos.
¿Qué más debo hacer luego de identificar mis capacidades? ¿Es suficiente?
Por supuesto que no, lograr la productividad personal no es algo que alcanzas solo con estas dos cosas —que en realidad implican muchísimo trabajo y esfuerzo—. Debes ser muy sincero contigo mismo, pues a partir de allí podrás identificar qué tareas puedes desarrollar y lograr.
Como te conté hace un momento las habilidades duras y blandas son características que deben trabajarse siempre. Al ser así, debes reconocer que no siempre podrás alcanzar determinadas acciones si aún no estás preparado para ellas. Aquí vienen dos cosas muy interesantes.
Primero, debes ser MUY consciente de qué puedes hacer y qué no, para así establecer metas y objetivos que puedas lograr, esto no implica que no te retes a ti mismo, sino que seas realista con tu situación actual. Si estableces objetivos poco realistas te decepcionarás y te rendirás a mitad de camino.
Debemos entender que no somos dioses que logramos todo sin ningún esfuerzo.De este modo, debes ser muy listo para reconocer tus características y a partir de ello programarte para ser EXITOSO en un tiempo establecido, por supuesto.
Segundo, un LÍDER EXPONENCIAL reconoce cuáles son sus SÚPERPODERES y, claro está, sus debilidades. Recuerda que si admites que no eres un dios, estás aceptando que puedes trabajar cada día para ser mejor. Ahora bien, como ese crecimiento personal requiere tiempo algo que un VERDADERO LÍDER EXPONENCIAL haría sería delegar trabajo.
¿Delegar? ¿No se supone que somos más que suficientes?

Por más que trabajes en tus habilidades y seas sincero contigo mismo, si quieres ser eficiente ten en cuenta que en la mayoría de las ocasiones debes tener una mano aliada te ayude. Nadie es perfecto, así que ¿Por qué no ayudarnos entre todos?
Con lo anterior quiero que entiendas algo valioso para todos los ámbitos de tu vida. Sé que trabajar en equipo a veces suele ser un dolor de cabeza, pero no siempre es así. Por lo cual, si te rodeas de personas valiosas y que tengan cualidades que tú no podrás enfocarte en esas metas y objetivos que puedes lograr. Recuerda que la productividad personal se relaciona con todos los aspectos de tu vida.
De esta manera, si tú trabajas en esas cosas que deseas lograr, gastarás menos tiempo en actividades innecesarias. Lamentablemente, a veces queremos hacer todo solos y nos olvidamos de que estamos rodeados de gente maravillosa que se destaca en ciertas áreas y que puede bien sea enseñarnos o ayudarnos a ser más eficientes.
Pasos para definir un plan de productividad personal

Como hemos dejado claro en otros artículos y a lo largo de este, no podemos andar por la vida sin un plan establecido para proceder. Aunque, como dije, la productividad personal NO es lo mismo que la gestión del tiempo, esta sí es necesaria en nuestro plan de productividad.
En el siguiente apartado te daremos un paso a paso para establecer el plan más adecuado y útil.
1. Establece tus objetivos y metas
Una parte clave de la productividad es que no se trata de hacer muchas cosas en poco tiempo, si no hacer las necesarias. ¿Cómo saber cuáles son las necesarias? Pues teniendo claro qué es lo que queremos conseguir.
En nuestro artículo Metas personales: ¿Cómo conseguirlas? abordamos a fondo el tema, sin embargo, para explicarlo brevemente en esta ocasión te recomendamos establecer objetivos SMART.
Los objetivos SMART son aquellos que son Específicos, por ejemplo, decir que quieres ser más productivo es una meta muy abstracta que además abarca un montón de ideas, mientras que decir que quieres leer un libro a la semana es concreta y posible; Medibles, en tanto debes poder notar si estás avanzando en ella o no para poder corregir errores o motivarte; Alcanzables, que dentro de tus habilidades y recursos sean posibles; Realistas, en relación con el punto anterior y Temporales, agrégales a todas tus metas una fecha para realizarlas, así te enfocarás en cumplirlas en un plazo determinado.
También es importante dividirlas a corto, mediano y largo plazo. Esto para no sentirnos abrumados y poder sentir la satisfacción de los pequeños éxitos, los cuales liberarán dopamina en nuestro cerebro y nos animarán a continuar para alcanzar cosas más grandes y mejores.
2. Una vez has definido lo que quieres, ten claro que pasos debes tomar y priorízalos
Digamos que quieres ser un autor renombrado, un bestseller. Si esta es tu intención, lo primero es, claramente, escribir. De este modo, a la hora de organizar tu día, sin importar qué, debes priorizar un tiempo para escribir.
Es claro que no todos tenemos los mismos recursos, pero la clave está en la organización. Siempre es posible sacar un tiempo en el día para dedicarle a tus metas, en especial si planeas tus días y semanas en concordancia a estas. Así, ser productivo no se trata de, en el caso de aquel que quiere ser un escritor, tener un apartamento impecable sino en haber escrito cierto número de páginas al caer el sol.
3. ¿Cómo priorizar?
Un consejo muy conocido y que seguro ya has escuchado, es planear tu día. Pero, acá queremos enseñarte a planear tu día EFICIENTEMENTE.
Primero empieza por planear tu semana, escoge tres actividades las cuales son indispensables para esa semana. Luego, con base en estas, selecciona tres actividades relacionadas para tu día y hazlas tu prioridad. Esas son las tareas que deberás realizar sí o sí en ese día y si las logras, será un día productivo.
De este modo, si anotas otras tareas diferentes a las primeras tres, deben ocupar un segundo lugar en tu mente. Las puedes hacer solo si ya has cumplido tu prioridad.
Enfócate en que esas actividades estén relacionadas a tus metas, así las trabajarás todos los días y siempre estarás un paso más cerca.
4. Organiza tu espacio
Hay un concepto que viene de la gastronomía que nos sirve mucho en esta ocasión: Mise en place, todo en su lugar. Los chefs, antes de preparar una receta, se aseguran de tener todo lo necesario al alcance, ingredientes, utensilios e implementos de aseo.
Cuando vayas a sentarte a realizar una tarea, emplea el mismo concepto. Todo lo que necesites debe estar a tu alcance, si no terminarás distrayéndote cada vez que necesites ir por algo diferente.
Si vas a pasar un día de trabajo frente a tu computador portátil, asegúrate de tener a la mano los cargadores, tanto de tu celular como de tu portátil, si disfrutas del café mientras trabajas sírvete un vaso antes de comenzar, ten una silla cómoda y tus gafas si las necesitas. Esto evita que perdamos el enfoque.
También es importante que hagas de tu lugar de trabajo un sitio independiente a aquel en el que descansas. Pon el mismo esfuerzo en hacer de tu espacio de trabajo un lugar cómodo que el que pondrías en tu sitio de descanso.
Herramientas útiles para tu productividad personal

A continuación, nombramos un par de herramientas que funcionan muy bien a la hora de ser lo más productivo que puedas.
Planeadores digitales o físicos
Ya sea que prefieras planear desde tu computadora y sincronizarlo a tus dispositivos o tener la materialidad de una agenda clásica para escribir lo que debes hacer, es clave que tengas toda la información de tus compromisos, metas y tareas a realizar en un solo lugar.
¡No te fíes solo de tu memoria! Por más que creas que tienes una buena memoria, es imposible recordar tu lista de mercado, más la fecha de los pagos necesarios, más las actividades de tu trabajo y encima aquellas relacionadas a tus metas. Un planeador es una forma eficaz de acudir a una sola fuente y tener todo organizado, con fechas y horarios.
Algunos planeadores digitales gratuitas que recomendamos son:
Trello, el cual permite crear diferentes tableros para las áreas de tu vida que necesitas organizar, además de ser muy intuitivo a la hora de arrastrar tareas de una columna a otra.
Notion, la interfaz de Notion es un poco más compleja, pero también mucho más personalizable, puedes añadir playlists o imágenes de cosas que te apasionen junto a las notas de trabajo, además cuenta con plantillas predeterminadas.
Google Calendar, clásica, sencilla y al alcance de todos. Si tienes todo en tu calendario, incluso por horas, está garantizado que no te olvidarás de nada porque además te llegarán notificaciones no solo a tu celular sino también a tu computadora.
Respecto a los planeadores físicos, recomendamos el Kokuyo Jibun Techo Planner. No es secreto la maestría de los japoneses a la hora de generar papelería atractiva y eficiente; este planeador está diseñado para durar durante varios años y se divide en tres secciones: “diario”, para tus actividades diarias; “vida”, para los eventos próximos e “ideas”, para pensamientos y recuerdos. Intercambiables y con la posibilidad de comprar repuestos.
Herramientas para la concentración: mejora tu productividad personal
De los elementos más importantes para ser productivo es la concentración. Entre más enfocado estés en la tarea que tienes en frente tuyo tienes más posibilidades no solo de terminar más pronto sino de hacerlo más eficientemente.
Acá te recomendamos un par de herramientas que te pueden ayudar a la hora de concentrarte:
Forest, una aplicación para celular que te permite plantar árboles por diferentes periodos de tiempo. Una vez tienes abierta la aplicación y has plantado un árbol no puedes usar tu celular o el árbol muere. ¡Muy útil a la hora de evitar el desplazamiento inconsciente por Tiktok e Instagram!
Lifeat.io, es una página web que genera diferentes ambientes propicios para la concentración, desde la biblioteca de Hogwarts con sonidos de ambiente e imágenes relajantes hasta una cafetería parisina. Además, cuenta con un temporizador integrado a la página.
Ruidos blancos, en cualquier parte del Internet puedes encontrar sitios o listas de reproducción con sonidos blancos que no solo ayudan a ahogar los ruidos exteriores sino a enfocarte debido a la reacción cerebral que generan.
¿Qué debes evitar a toda costa si deseas mejorar tu productividad personal?
Para cerrar el artículo, queremos comentarte ciertas cosas que es mejor evitar si realmente deseas ser productivo.
Multitarea:
Por más llamativo que sea, la multitarea es uno de los procesos más ineficaces. No solo no estarás enfocado en terminar una de las dos actividades, sino que, si las terminas, obtendrás resultados mediocres ya que tu atención estuvo dispersa durante todo el tiempo. A veces, menos es más, enfócate en realizar bien una tarea a la vez.
Cambios abruptos de tarea
A la hora de planear tu día, procura agrupar tareas similares en el mismo periodo de tiempo. Así, es más sencillo fluir durante el día. Por ejemplo, si debes salir de compras, enviar un correo y llamar a un cliente, el orden más adecuado sería enviar el correo, llamar al cliente y, por último, salir.
Cuando hacemos cambios abruptos de tarea, Amalio Rey nos dice que nos quedamos con “residuos de atención”. Es decir, llegamos a la otra tarea aún pensando en la anterior, lo cual afecta nuestra concentración.
No veas las redes sociales al despertarte o antes de dormir
Está comprobado que revisar nuestras redes y correos a primera hora de la mañana o justo cuando vamos a descansar genera ansiedad y estrés innecesario. Resiste el impulso de tomar el celular recién te despiertas y, en su lugar, aprovecha el empujón de energía de la mañana para realizar la actividad más difícil.
Es muy importante descansar bien, de nada sirve ser productivo si estás al borde de un colapso mental por falta de descanso. Es más, no estás siendo productivo si no cuidas de tu bienestar. Duerme bien y aprovecha las horas en las que estás despierto.
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