Metas personales: ¿Cómo lograrlas?
¿Por qué debo tener metas? ¿Por qué planearlas?
Es innegable el hecho de que todos tenemos metas personales. No siempre son los mismas, pero siempre hay algo que deseamos. Si tú no las tienes, probablemente te sientas como un barco a la deriva, sin norte, sin destino al cual arribar.
No obstante, no siempre planeamos cómo lograrlos. “Les quita la magia a los sueños” “No soy bueno con la organización” son excusas que he oído. ¿Sabían que aquellas personas que escriben —ya sea en papel o digital — sus metas tienen tres veces más probabilidades de cumplirlas que aquellos que no?
Es por esto que en este artículo te enseñaremos no solo a encontrar dónde atracar tu barco sino también cómo llegar al puerto.
¿Qué son las metas personales?
¿Deseos u objetivos?
Seguramente alguna vez haz hecho la infame lista de metas para el nuevo año, ya sea escrita o en tu mente mientras brindas por el fin del año. Sin embargo, al revisarla el siguiente diciembre te das cuenta de que no puedes tachar ni la mitad de estas. ¿Por qué?
Lo primero que tenemos que saber es la diferencia entre un deseo y un objetivo. Un deseo se queda en la imaginación y rara vez se cumple, un objetivo, por el contrario, tiene un plan de acción, un paso a paso que cada día nos acerca más a que se realice.
Aun así, los conceptos “sueño” y “meta” son inseparables. Hay que comenzar mirando introspectivamente esas ilusiones que tenemos para luego aterrizarlas en la tierra e ir tras ellas.
Ten claro que no tienes por qué esperar a que se acabe el año, ni siquiera a que sea mañana, para comenzar a convertir esas fantasías en realidades. ¿Qué esperas para dejar de soñar y empezar a alcanzar?
Metas SMART: ¿Cómo establecer metas personales?
Antes que nada, y teniendo en cuenta que un sueño no es lo mismo que un objetivo, tenemos que definir qué son metas SMART, ya que solo así un propósito deja de ser una ilusión para convertirse en algo realizable.

1. Específicas (Specific):
Nuestros objetivos deben ser específicos. Este es el primer paso para sacar los sueños del plano inconcreto. Por ejemplo, no es lo mismo decir “Quiero ser más saludable” —que puede abarcar un montón de cosas — a decir “Este mes debo agendar una cita con mi médico general para un chequeo” o “Quiero perder diez kilos este año.”
Al hacer nuestras metas personales precisas, no hay espacio para la vaguedad. Sabemos claramente qué queremos y por ende es más fácil saber qué debemos hacer.
2. Medibles (Measurable):
Asimismo, es crucial poder medir nuestro progreso y reconocer qué nos falta para alcanzar estos fines. Una meta no medible termina desanimándonos y dándonos la sensación de que no estamos avanzando.
Siguiendo con el ejemplo de la salud, si he establecido que mi meta es perder diez kilos antes de finalizar el año, lo más prudente sería pesarme periódicamente para ver cuánto peso.
Poder medir nuestros avances nos motiva a trabajar más duro ya que podemos celebrar nuestras victorias o corregir nuestros errores en el camino. ¡Ojo! Si vas a festejar que estás perdiendo peso, pues no lo vas a hacer atrancándote de comida: que hasta nuestros premios se alineen con nuestros propósitos.
Una estrategia útil a la hora de medir nuestros objetivos es crear metas intermedias. Es decir, dividir en metas más pequeñas mi gran meta. Si la idea es perder diez kilos en un año, significa que debo perder al menos 833 gramos al mes. 800 gramos suenan mucho más fáciles de alcanzar que diez kilos. Además, al pesarnos cada mes sabremos sí estamos yendo por el camino correcto o si debemos corregir algo.
3. Obtenible (Achievable):
Al igual que el punto anterior, si nuestra meta está muy lejos de la realidad no avanzaremos y esto solo afectará nuestra autoestima y salud mental.
Si soy malo en matemáticas o simplemente me desagradan, probablemente es una buena decisión no buscar carreras en el campo de la ingeniería. Si tengo un metabolismo lento o me cuesta seguir dietas no debería proponerme perder treinta kilos en seis meses.
Siempre debemos estar en sintonía no solo con nuestras pasiones sino también con nuestros talentos y fortalezas, así, tendremos una vida mucho más fructífera y menos desilusiones en el camino.
Sin embargo, es muy importante que la meta tenga un grado de dificultad que nos rete a cumplirla. No podemos caer en el otro extremo y establecer metas demasiado sencillas de alcanzar, pues no tendremos la suficiente motivación para alcanzarlas ya que, dato curioso, tu cerebro no va a segregar suficiente dopamina cuando las cumplas.
4. Realista (Realistic):
De acuerdo con lo anterior, tus propósitos deben ser realistas. Con esto no decimos que no aspires a grandes cosas como ser dueño de una empresa internacional o ser un deportista profesional, sin embargo, estas metas deben alinearse con aquellas capacidades que tienes.
Por capacidades no solo nos referimos a tus talentos, también a tus posibilidades en el momento. Si mis ingresos son muy bajos actualmente, difícilmente alcanzare mi meta de comprar una casa para el final de año. Por eso debo pensar en mi entorno para establecer mis objetivos.
5. Tiempo límite (Time-bound)
En el mismo ánimo de poder medir el progreso y de mantener realistas nuestras metas, es necesario fijar tiempos límites para nuestros propósitos.
Si lo notaste, nuestro ejemplo decía “perder diez kilos en un año”. Al establecer un tiempo máximo para obtener un objetivo, comprendemos la importancia de las tareas del día a día para cumplir los plazos que nos hemos dado. Esto también ayuda a crear un sentido de responsabilidad y compromiso mucho más fuerte que si solo dijéramos “perder peso”.
En el siguiente apartado, ahondaremos más en el aspecto del tiempo y las metas.
¿Qué son las metas personales a corto, mediano y largo plazo?

Metas personales a corto, mediano y largo plazo: la explicación definitiva
Cuando se habla de crear y organizar planes para conseguir nuestros objetivos, muchas veces se menciona que es necesario tener metas a corto, mediano y largo plazo. A grandes rasgos, estas se definen por el tiempo que toman para alcanzarlas.
Así, las metas a corto plazo deberían lograrse en poco tiempo. Algunos dicen que días, otros semanas o meses, incluso hay personas que afirman que pueden tomar años. ¿Cuál es la verdad? Pues, todos ellos tienen razón. La medida de tiempo la establece tu meta a largo plazo.
De este modo, si tu meta a largo plazo es obtener un título profesional, tu meta a corto plazo puede ser pasar tus exámenes y a mediano plazo sería aprobar el semestre, pero si tu meta a largo plazo es trabajar en la NASA, tu meta a corto plazo sería terminar una carrera asociada al campo de las ciencias.
En conclusión, el tiempo a corto, mediano, o largo plazo lo defines tú. El consejo aquí es que, una vez hayas definido tu meta a largo plazo, la deconstruyas lo más pequeño que puedas, así cada día harás actividades que te ayuden a acercarte a esta.
Bueno, ¿Y ahora qué? ¿Cómo lograr nuestras metas personales?

1. Identifica tus fortalezas
La verdadera clave para obtener tus metas es identificar tus fortalezas. Alinear tus propósitos a tus talentos es una jugada muy inteligente. Suena lógico, pero muchas veces nos proponemos objetivos que poco y nada tienen que ver con las áreas en las que somos buenos.
Existen varios test gratuitos de fortalezas, pero te recomendamos el de Penn University:
https://www.authentichappiness.sas.upenn.edu/es/questionnaires/cuestionario-de-fortalezas-personales
2. Descubre lo que realmente te apasiona
La motivación juega un papel importante a la hora de cumplir nuestras metas. Sin motivación es muy difícil realizar las tareas que necesitamos para avanzar. Es por esto que hay que tener claro que el éxito no tiene una sola definición: todos vemos algo diferente cuando imaginamos una vida feliz y plena.
Como consecuencia, no podemos definir nuestras metas a través de las expectativas de la sociedad o nuestra familia porque terminaremos por abandonarlas o simplemente no nos esforzaremos lo suficiente. No daremos todo nuestro potencial. Tenemos que encontrar aquello que realmente nos emocione.
Si pasas todo el día en tu cuarto, viendo series y esperando que llegue la inspiración no vas a encontrar lo que deseas. Julie Kim, al aconsejar estudiantes de secundaria para escoger su carrera, dice que lo más importante es arriesgarse, experimentar con lo que tal vez nos guste y así, poco a poco, aprender qué camino queremos tomar.
Sin importar que edad tengamos, siempre estamos en constante crecimiento y es por esto que tenemos que buscar objetivos que se alineen con nuestros valores y expectativas y la única manera de hacerlo es salir, ver qué hay allí afuera, qué nos ofrece el mundo y qué tenemos para ofrecerle a este.
3. Organiza tu espacio
Cuando hablamos de espacio no nos referimos solo a tu espacio físico, sino también mental. Marie Kondo nos enseñó que debemos deshacernos de todo aquello que no nos produzca alegría y eso es exactamente lo que debemos hacer.
Al organizar tu hogar, deshacerte de aquello que no necesitas y tener un espacio de trabajo agradable, especialmente ahora cuando el trabajo en casa ha llegado para quedarse, ayuda a motivarnos y hacer más placentero nuestro día a día.
Además, rodearse de personas que apoyen tus metas y no aquellos que solo aportan negatividad a tu vida también hace que no solo te animes, sino que tu autoestima mejore y te sientas capaz de alcanzar tus objetivos.
Este punto incluye reflexionar en qué gastamos nuestro tiempo y dinero, cuando organizamos de manera eficiente ambos elementos, se vuelve más sencillo obtener nuestras metas. Deshazte de las actividades innecesarias, aquellas que no te ayudan a estar más cerca de tus propósitos.
4. Divide y conquistarás
No todos nuestros objetivos pertenecen a la misma categoría, algunos tienen que ver con nuestras finanzas y carrera profesional, otros con nuestra salud física y mental, y claro, también están aquellos relacionados a nuestras relaciones interpersonales, ya sea con familia o amigos.
Es muy eficiente dividir en categorías nuestros fines para así dedicarles el tiempo y el esfuerzo necesario a cada uno. Igualmente, al enfocarnos en varios aspectos de nuestra vida que queremos mejorar, logramos volvernos seres humanos más íntegros y redondeados.
5. ¡Escribe tus metas personales!
Ahora que ya has pensado en qué quieres hacer con tu vida, es vital que escribas tus metas. Al principio de este artículo, mencionamos una estadística acerca de cómo las personas que escriben sus objetivos tienen tres veces más oportunidades de cumplirlas, ¿Por qué?
Al escribir, nuestros propósitos dejan de existir en el plano abstracto de la imaginación y se materializan en objetivos claros y concisos. Esto también nos da la posibilidad de mirar atrás y ver cuánto hemos avanzado o si nuestros valores y creencias han cambiado y si así mismo deberían cambiar nuestras metas.
No solo recomendamos escribir las metas sino crear moodboards, ya sea en una pared o en diario con imágenes de revistas También puedes hacerlo digitalmente, con imágenes de Internet que puedes poner de fondo de escritorio en tu computador. Así, no perderás de vista la meta final y no te distraerás con cosas sin importancia.
6. ¡Prográmate!
Durante todo este artículo hemos recalcado la importancia del día a día. Es extremadamente valioso crear un horario ideal para nuestro diario vivir e incluso para nuestra semana. Son los pequeños pasos los que nos llevan a la línea de victoria.
Como ya hemos dicho, las actividades a las que les damos más importancia deben estar en sintonía con nuestros objetivos. De este modo, si mi objetivo más importante para este año es perder peso, mi prioridad debería hacer ejercicio y comer saludable todos los días.
Una vez tengo claras cuáles son las actividades cruciales para mi meta, debo hacer tiempo todos los días para, según nuestro ejemplo, cocinar y hacer ejercicio.
Al planear nuestro horario, aprovechamos mejor el tiempo y los recursos. Además, si lo escribimos, al igual que nuestros objetivos, hay más posibilidades de sentirnos inclinados a seguir el plan que hemos designado.
Más consejos para ayudarte a cumplir tus metas personales
El psicólogo Albert Bandura enfatiza el concepto de “autoeficacia”. La autoeficacia no es otra cosa que creer en que puedes lograr lo que te propones. A diferencia de la ley de la atracción, más que creer que el universo nos permitirá realizar nuestros sueños solo por soñarlos, se trata de tener la confianza suficiente para ir tras las oportunidades y obtener lo que queremos.
Al creer en nuestra autoeficacia, dejamos de ver los problemas como obstáculos insuperables y en su lugar los vemos como curvas de aprendizaje, los cuales podemos superar y continuar adelante en nuestras búsquedas.
Otros consejos de Bandura incluyen:
1. Buscar modelos a seguir con metas personales similares:
Ya sea en tu familia, en tus conocidos del trabajo o en gente famosa, tener modelos a seguir, personas que admiramos y respetamos que han conseguido ya lo que desean, nos motiva y nos permite ver que las metas SÍ son alcanzables si trabajamos por ellas.
2. Crea una red de apoyo:
Asimismo, si involucramos a nuestra familia y amigos en nuestros propósitos, es más probable que estos noten nuestro progreso y lo señalen cuando ni siquiera nosotros mismos lo hemos notado.
No solo esto, sino que también pueden ayudarnos de diferentes maneras, además de mantenernos en el camino correcto y señalar cuando estemos distrayéndonos de nuestra meta.
3. Elimina las malas influencias
Como ya explicamos en el apartado de “Organiza tu espacio” y en relación con el punto anterior, es crucial deshacerse de las malas influencias. Aquellas que solo se enfocan en dar retroalimentación negativa acerca de lo que haces.
Esto nos desmotiva y nos hace dudar de nosotros mismos. Claramente, no nos referimos a aquellos que nos dan críticas constructivas, sino a esas personas que solo señalan nuestros defectos, y que, al final del día, no nos ayudan a crecer.
4. Mantente en sintonía con tu cuerpo y mente:
Tenemos que entender nuestro estado físico y mental durante el proceso de alcanzar nuestros propósitos. Si nos duele el cuerpo luego de hacer ejercicio, no deberíamos verlo como incapacidad física sino como pequeños pasos que nos acercan a hacer una repetición más la siguiente semana.
Si nos encontramos tristes por no poder salir a beber con nuestros amigos porque queremos ahorrar, deberíamos reflexionarlo como unos pesos más cerca de comprar la casa que tanto deseamos. ¡Transforma los pensamientos y las sensaciones negativas en motivadores!
¿Por qué es importante tener metas personales?

1. Mejora tu salud mental y física
Una manera sencilla de definir la ansiedad y sus causas es el miedo al futuro. Es por esto que al tener una destinación fija a la cual queremos llegar, se reduce la incertidumbre y asimismo la angustia.
Incluso con los obstáculos inesperados que se puedan presentar en el camino, al saber qué queremos conseguir nos será más fácil sortear los problemas y continuar en el camino correcto, lo cual a su vez nos ayuda a mejorar nuestro manejo del estrés.
Al saber sobrellevar los problemas y nuestros miedos, manteniendo nuestra vista fija en el objetivo final, también disminuimos las enfermedades físicas asociadas al estrés como dolores de cabeza, malestar general y poca habilidad para concentrarnos.
2. Aumenta tu autoestima
Muchas veces no somos capaces de reconocer nuestros propios logros, pero una vez tenemos claras nuestras metas a corto, mediano y largo plazo es más fácil medirlos de manera concisa y, al ver nuestros avances, también mejora nuestra autoestima y confianza en nosotros mismos.
Una vez alcanzas tus metas a corto plazo —e incluso aquellas a largo plazo— nos consideraremos capaces de ir por objetivos más difíciles y grandes.
No solo esto, sino que al tener un plan claro de acción dejamos de pensar ¿Puedo hacerlo? ¿Seré capaz? Y empezamos a creer ¿Cómo lo logró? ¿Qué pasos debo tomar hoy para estar más cerca de mi meta?
3. Nos conocemos mejor a nosotros mismos
Decidir qué queremos para nuestra vida, como hemos visto a través de este artículo, implica una profunda reflexión sobre nuestros gustos, fortalezas, debilidades y situación actual.
Cuando nos conocemos mejor, sabemos aceptar las críticas y los cumplidos sin que estos afecten nuestros valores o nos hagan dudar de nosotros mismos y nuestros propósitos.
Finalmente, esto también lleva a tener una mejor autoestima puesto que nuestro sentido del ser es firme y no se influencia por situaciones externas.
4. Hace más sencillo el proceso de tomar decisiones
Si algo nos ha enseñado este último año es que la vida está llena de giros inesperados. Sin embargo, esto no significa que debamos apartarnos del camino que hemos decidido para nosotros mismo, solo cambiar un poco la perspectiva.
Una vez tienes claro los fines, se vuelve mucho más fácil tomar decisiones ya que siempre tendremos en la mira el objetivo final. Así, si volvemos a usar el ejemplo del principio, si tu meta es perder peso y te has vuelto consciente de lo mucho que deseas cumplirla es más simple rechazar ese postre o levantarte en la mañana para hacer ejercicio.
Tener metas es similar a tener una brújula en el bolsillo, la cual nos muestra el norte sin importar las tormentas.
5. Manejo efectivo del tiempo y los recursos
Similar al punto anterior, una vez está definido lo que queremos a largo plazo y hemos planeado los pasos a tomar, somos más eficientes con nuestros recursos y tiempo, aprovechándolos al máximo en el día a día.
Por esto es muy importante recordar la importancia no solo de planear para los próximos cinco años, sino en tu día a día para así no distraernos con cosas que no nos traen beneficios.
Metas personales: ejemplos
Antes de entrar a este apartado, queremos dejar algo claro: las metas personales son personales por el único motivo de que tú las eliges. Nadie puede decirte qué hacer o cómo definir lo qué es una vida feliz y plena. Aún así, sabemos que a veces es difícil discernir y escoger, por ello dejamos esta lista para que, quizás, encuentres la inspiración que estabas buscando.
Metas profesionales:
- Ascender en mi puesto de trabajo
- Conseguir un trabajo que me apasione
- Ingresar a la universidad
- Mejorar mis notas académicas
- Impresionar a mi jefe
- Retomar estudios que abandone por falta de tiempo
Metas interpersonales:
- Recuperar contacto con viejos amigos
- Pasar más tiempo con mi familia
- Conocer a alguien famoso que admiro
Metas de bienestar:
- Llevar una vida más activa a través de una actividad física que me guste.
- Cocinar más seguido, y, tal vez tomar un curso de cocina
- Explorar mis habilidades creativas ya sea a través de la escritura o la pintura
- Aprender a escribir mejor
- Leer al menos treinta libros este año
- Mantenerme al día con todos mis chequeos médicos
- Crear una organización sin ánimo de lucro o simplemente colaborar en una.
- Perder peso para las próximas vacaciones
- Ser más aseado con mi espacio
- Aprender un nuevo idioma
- Llevar un diario para monitorear mis pensamientos y estados de ánimo.
- Reconectarme espiritualmente con mi religión o empezar a meditar
- Aprender más de cine o arte
- Empezar mi propio jardín
- Ser más consciente de mis desechos, volverme amigable con el ambiente a través del reciclaje o usando productos orgánicos.
Metas financieras:
- Ahorrar para comprar una casa o un carro
- Conseguir suficiente dinero para ir a ese país que siempre he querido visitar
- Conseguir un mejor salario
- Buscar un apartamento en ese barrio por el que siempre paso.
¡Gracias por leer este artículo! Espero te haya ayudado. Si quieres aprender más sobre mis métodos te recomiendo el siguiente artículo: El Método 4M de PRODUCTIVIDAD EXPONENCIAL
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