peligro de las redes sociales

El peligro de las redes sociales

Antes de empezar, te advierto que este artículo no se refiere en ningún sentido a normas morales. Mi objetivo es explicar el peligro de las redes sociales para aquellos que buscan llegar lejos, que siempre quieren más.

Al leerlo, entenderás el por qué y el cómo sabotean tu productividad. 

Introducción:

Hace poco se reveló una investigación interna de Instagram en la cual se hablaba de lo nociva que la aplicación es para los adolescentes. En esta se abordaban temas como la autoestima y los problemas psicológicos. 

Sin embargo, el verdadero peligro de las redes sociales reside en que están diseñadas METICULOSAMENTE para ser adictivas.

Es un hecho que estas empresas han invertido billones de dólares para contratar los mejores expertos en comportamiento humano para hacerlas lo más adictivas posible. 

Hace unos años, el primer presidente de Facebook, Sean Parker, reconoció en prensa que su aplicación estaba diseñada para ser un “ciclo interminable de validación social para lo cual explotan las vulnerabilidades de la psicología humana”. Es decir, hackean nuestro comportamiento.

Te gustará saber que gran parte de los especialistas en comportamiento humano que contrataron estas corporaciones fueron entrenados por el profesor Fogg, fundador del Laboratorio de Tecnologías de Persuasión de la Universidad de Stanford. Uno de los estudiantes más brillantes de Fogg fue precisamente uno de los cofundadores de Instagram. 

Fogg desarrolló una fórmula que explica por qué realizamos un determinado comportamiento. Para este se necesita una combinación de motivación + habilidad +  gatillo o disparador. 

Con respecto a la motivación, esta no es más que el fuerte deseo que tenemos de realizar una actividad. La habilidad implica que podemos hacer la actividad con facilidad o poca resistencia. 

Sin embargo, si contamos con estos dos componentes pero sin el disparador no ejecutaremos el comportamiento. El disparador es una señal externa que recibimos y hace atractivo el comportamiento. 

Actualmente, estamos plagados de estímulos. Esto implica que nuestra lucha, más que con distracciones, es con disparadores externos. 

Debido a las enseñanzas de Fogg, las redes sociales usan estos tres componentes para atraparnos. 

Hablemos de Instagram

La motivación de esta red social está arraigada a nuestra necesidad profunda de sentirse aceptado por los demás.

Cuando recibo un “me gusta” en mi última foto mi cerebro lo interpreta como una señal de aceptación social y segrega dopamina. Es cierto que la dopamina es buena, pero cuando es hackeada por algo externo puede llevarnos a graves adicciones, como a la cocaína y, en este caso, los likes

La habilidad es muy fácil de entender. Con un par de gestos manuales, tenemos a nuestra disposición una cantidad ilimitada de fotos y vídeos.

Por último, el disparador se identifica claramente en las notificaciones que recibimos con respecto a nuestros seguidores y “me gusta”. En estas está presente nuestro archienemigo: el sonido o el pop-up

Las notificaciones tienen un alto precio: nos desvían de nuestras tareas planeadas. He aquí el verdadero peligro de las redes sociales.

¿Cómo manejar las redes sociales?

Los estudios revelan que cuando alguien se distrae de forma constante de una tarea, intenta compensar la pérdida de tiempo trabajando más rápido. El costo de esto es mayores niveles de estrés, frustración y, lo más grave: baja calidad del trabajo. 

Entre más atendamos a los disparadores externos, más entrenamos a nuestro cerebro a entrar en un círculo vicioso e interminable de estímulo-respuesta. Sin darnos cuenta, nos va a resultar casi imposible terminar nuestras tareas planeadas porque estamos constantemente reaccionando a los estímulos externos en lugar de estar 100% concentrados. 

Para esto, te recomiendo mi video acerca de las sesiones de alta concentración. Aquí aprenderás una excelente herramienta para evitar distracciones y aumentar tu productividad.

Aún así, no es suficiente con ignorar las notificaciones. El mero hecho de escuchar tu celular o ver la luz parpadeante, así no las atendamos, representa un esfuerzo para no caer en la tentación de revisarlas. Es mejor tener nuestro teléfono celular fuera del alcance de nuestra vista. 

Debido a que el componente más fuerte en la adquisición de un comportamiento es el disparador, si los eliminamos será mucho más fácil no desviarnos del camino. 

Te recomiendo hacer lo mismo que yo hago: desactiva todas las notificaciones de tus redes sociales, incluido tu correo. E En las reuniones de trabajo y en mis momentos de concentración mantengo el celular boca abajo y en silencio. Si el celular es una gran tentación para ti, mejor déjalo en otro cuarto o en el carro. 

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¡Nos vemos!

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